Los poemas de Entrada en calor buscan en la genealogía femenina con ternura e inocencia, pero estos versos de repente te muerden el cuello y dejan una marca definitiva. Así, hacen equilibrio sobre el hilo fino e indestructible que conecta la figura de la abuela, la madre y la hija hacia el encuentro con la muerte.
Esta poética también se hunde en la ruptura de una pareja. Abre la carne con sus propios dedos y luego son esas mismas manos las que suturan la herida poco a poco para brindarse al goce, que cuando cicatriza renace en llamas.
Luciana Reif borra las líneas del pudor y hace de la poesía un lugar más profundo. Como lo han hecho Anne Carson con su marido y Sharon Olds con su padre, explora la intimidad de los vínculos en carne viva para nombrar lo que no se nombra con una voz única.